PHILAE DE NUEVO EN SILENCIO.
67P/Churyumov-Gerasimenko está a solo semanas del Perihelio,
Siguen los intentos para lograr una comunicación estable, mientras que los datos más recientes indican que podría haberse movido de su posición original.
Su despertar después de haber permanecido meses en silencio, hibernando y esperando tiempos mejores (es decir, más luz solar para recargar energía) fue una de las grandes noticias del momento, y la posibilidad de estudiar desde la misma superficie un cometa ahora activo, emocionante. Pero desde ese día las cosas no han terminado de funcionar. Philae está sin duda activa, pero las comunicaciones permanecen inestables, cuando cae de nuevo en silencio hace temer lo peor, pero siempre termina saliendo. Desde La Tierra, y con los datos que han podido ser descargados, los técnicos afrontan una dura lucha para poder entender la auténtica situación de Philae y su errático comportamiento, así como para desarrollar nuevas estrategias para lograr un contacto sólido.
Después de varias semanas, el 9 de Julio, Philae hizo de nuevo contacto, estableciéndose un enlace de comunicaciones con Rosetta estable de unos 12 minutos de duración, durante el cual se pudo descargar telemetría, así como datos del instrumento CONSERT, para caer de nuevo en un silencio que dura hasta hoy. La información adquirida en ese momento está siendo investigada por el equipo en tierra para tratar de entender mejor su situación. Por ejemplo, se incluye información sobre la luz solar que llega a los paneles solares, y que indican que las cosas han cambiado las últimas semanas: "El perfil de como de fuerte incide la luz del Sol en ellas ha cambiado de Junio a Julio, y esto no parece ser explicado únicamente por paso de las estaciones en el cometa", explica el director del proyecto.
Una posible explicación seria que la posición de Philae podría haber cambiado ligeramente, y con ello su orientación con respecto a la superficie de su ubicación actual. El módulo está situada, como se observo en las imágenes que nos envío horas después de su aterrizaje definitivo, en un terreno desigual, e incluso un pequeño cambio en su posición - tal vez provocada por la emisión de gases por parte de un cometa cada vez más activo y ya cerca del Perihelio- podría implicar que posición de antena también ha cambiado con respecto a su entorno. Esto podría tener un efecto dominó en cuanto a la mejor posición que Rosetta debería alcanzar para lograr unas comunicaciones adecuadas.
Otra cuestión distinta, bajo análisis es que una de las dos unidades de transmisión parece no estar funcionando correctamente, además del hecho de que una de las dos unidades de recepción está dañada. Philae está programada para cambiar periódicamente entre ambas unidades de transmisión, por lo que el equipo ha enviado un comando al módulo para que funcione con un solo transmisor. Como es capaz de recibir y aceptar comandos de este tipo, debería ejecutarlo tan pronto como disponga de energía solar suficiente.
El estado general de Philae sigue siendo incierto. Pero mientras se esperan nuevos contactos, otros comandos están siendo preparados y probados para permitirle volver a iniciar operaciones científicas. Para ello el equipo en tierra quiere reactivar el bloque de comandos que todavía se almacena en el ordenador central del módulo, y que ya ejecutó durante los horas posteriores a su accidentado aterrizaje. Este incluye las mediciones de temperatura por la sonda térmica MUPUS, mediciones de ROMAP y SESAME, y análisis por parte de Ptolomeo y COSAC en modo "olfateo", y que no implican mover ningún mecanismo de aterrizaje, algo peligroso dado lo inseguro de su posición.
Si este mando funciona, Philae podría volver a iniciar sus mediciones científicas y, si se establece un vínculo estable con Rosetta, sería capaz de enviar sus datos a la Tierra. El equipo ha tratado de "contactar" con el instrumento ROMAP de una manera similar a los comandos enviados al instrumento CONSERT a principios de mes y que recibieron respuesta después de varia semanas de silencio., pero hasta ahora no hay ninguna señal de confirmación. La situación continúa siendo analizada: "Evidentemente Philae es todavía funcional, ya que nos envía datos, incluso si lo hace a intervalos irregulares y a veces sorprendentes", añade Stephan Ulamec. "Varias veces hemos tenido miedo de que ya no regresaría, pero nos ha enseñado repetidamente lo contrario". Desde el final de esta semana, Rosetta alternará los intentos de comunicación con el módulo de aterrizaje con sus propias observaciones científicas del cometa, incluyendo la exploración de las latitudes del sur, que han comenzado a ser iluminadas en los últimos meses.
"El estudio de estas regiones es una parte importante de nuestros objetivos científicos a largo plazo en el período previo a su perihelio y más allá del próximo mes, cuando el cometa se encontrará en su punto más cercano al Sol a lo largo de su órbita y la actividad llegará al máximo", comenta Nicolas Altobelli, científico del proyecto Rosetta. "A pesar de que la misión centrará ahora su prioridad científica en el orbitador, seguirá tratando - hasta pasado el perihelio- de obtener paquetes de datos científicos de Philae, una vez se logre un vínculo estable", añade Patrick Martin, director de la misión.
Solo queda esperar que estos frenéticos esfuerzos den resultado, aunque al estar el cometa tan cerca del Perihelio, el momento de máxima aproximación al Sol, y con ello de máxima actividad, que obliga a Rosetta a mantener una distancia de seguridad, además de que, evidentemente, tiene su propio programa científico que cumplir, hace que todo sea más complicado.
Los instrumentos de Rosetta. De momento solo se han obtenido datos de CONSERT, así como datos de telemetría sobre su estado interno, con los que los técnicos en tierra trabajan para poder entender mejor su situación.
Una de las imágenes enviadas por Philae poco después del aterrizaje. Ahora parece, por los datos de luz que indice en los paneles solares, que su posición podría haber cambiado.
67P/Churyumov-Gerasimenko está ya a solo varias semanas del Perhielio, el punto más cercano al Sol de su órbita.
Rosetta and Philae status update
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