NUESTRO NUEVO Y CAMBIANTE SISTEMA SOLAR.
El día que el antiguo Sistema Solar dejó de existir.
El 30 de Agosto de 1992 el mundo que conocíamos, el que estaba formado por 9 planetas, miles de asteroides y una hipotética, aunque con evidencias bien fundamentada, nube de cometas en los confines, desapareció para siempre. Solo hizo falta que, desde el observatorio de Mauna Kea en Hawai, se detectara la existencia de un pequeño mundo de apenas 160 Kilómetros de diámetro, que órbita alrededor del Sol más allá de Plutón, para que la sólida visión que teníamos de nuestro sistema planetario se rompiera en pedazos. Una nueva realidad, se abría ante nosotros.
Conocido como 1992 QB1 de forma provisional (nombre que aún hoy conserva), sería solo el primero de la grandisima familia de cuerpos planetarios, conocida como Cinturón de Kuiper, entre los cuales algunos merecían ser considerados planetas, bajo la clasificación tradicional, como Eris, Makemake y Haumea. Esto provocaría un terremoto entre los astrónomos, con la aparición de la categoría de los "Planetas Enanos", donde fueron incluidos tanto estos y Plutón, que pasó de ser considerado el más lejano de los planetas al más cercano de los integrantes de Kuiper, también llamados Transneptunianos.
Hoy en día se conocen unos 1.300, tan diferentes en tamaño como en composición, algunos con sus propias lunas, con densidades y colores superficiales que denotan en cada uno, un origen e historia diferente y peculiar. Un amplio reino que nos enseñó 3 lecciones vitales sobre nuestro Sistema Solar y su historia:
1) Nuestro sistema planetario es mucho mayor de lo que podríamos haber imaginado: Hasta hace 20 años, no eramos conscientes del colosal tamaño del Sistema Solar. Ciertamente existían teorías sobre supuestos Planeta X, pero desde el descubrimiento de Plutón en 1930 la frontera del espacio conocido parecía ya inmutable, hasta que, de forma inesperada, de derrumbó, descubriendo lo poco que en realidad conocíamos.
Como explica Alan Stern, Investigador Principal de New Horizons, "¡Es una situación similar a no tener mapas de la Tierra que incluyeran al Océano Pacífico a una fecha tan reciente como 1992!"
2) La ubicación y las órbitas planetarias pueden variar en el tiempo: "Tenemos fuertes evidencias de que varios KBOs (incluyendo algunos grandes como Plutón) nacieron en sitios mucho más cercanos al Sol, en las mismas regiones en que ahora los planetas gigantes se encuentran orbitando".
Lejos de tener la exactitud de un mecanismo de relojería, las órbitas planetarias, especialmente durante las primeras etapas de su formación, pueden desplazarse con el tiempo, siendo algunos de los pobladores de Kuiper un excelente ejemplo de ello. Hoy día se cree que tanto Urano como Neptuno se desplazaron desde su posición inicial hasta sus órbitas actuales, más lejos del Sol, y que esta migración podría haber proyectado grandes cantidades de cometas hacia los confines, dando lugar a la Nube de Oort. Igualmente la existencia de gigantes gaseosos muy cerca de sus respectivas estrellas, donde es imposible que se hubieran formado, son otro indicio de estos movimientos.
3) Nuestro sistema solar y probablemente otros también, era un buen creador de planetas pequeños: "Hoy en día conocemos más de una docena de planetas enanos en el sistema solar y ya superan en número a los gigantes gaseosos y planetas terrestres en conjunto. Pero se estima que el total que descubriremos en el Cinturón de Kuiper y más allá podría llegar a exceder incluso los 10,000.¿Quién lo hubiera imaginado?".
El descubrimiento del Cinturón de Kuiper enseñó que el Sistema Solar no es algo tan ordenado que pueda ser explicado con facilidad. Lejos quedan esos tradicionales modelos escolares o simples diagramas que todos estudiamos de pequeños y donde todo parecía en su sitio. La realidad que se abrió ante nuestros ojos era diversa y dinámica, en continua evolución y formada por innumerables y variados mundos que, a pesar de encontrarse a enormes distancias entre sí, se mantienen conectados por los siempre presentes efectos gravitatorios.
"Qué increíble serie de cambios a los paradigmas de nuestro conocimiento nos ha traído el Cinturón de Kuiper hasta ahora. ¡La pintoresca visión del sistema solar que teníamos en los años 90 carecía de su estructura más grande!". Fue el final de una era y el principio de otra, un cambio que se inició un 30 de Agosto de 1992. Y la New Horizons es la primera que se adentrará en ese nuevo reino para explorarlo. Quizás podemos lamentar que no fuera una sonda orbital y se quedara en Plutón, que demostró tener una complejidad más allá de todo lo esperado y seguro que nos habría ofrecido nuevos y sorprendentes descubrimientos, pero a cambio tendrá por delante una etapa de su vida igualmente emocionante.
1992 QB1 moviéndose sobre el fondo de estrellas, visto a finales de Agosto de 1992, y que confirmaron su naturaleza planetaria.
Plutón y Neptuno fueron el limite último del Sistema Solar durante casi un siglo. Ahora sabemos que apenas son la parte más cercana de una Sistema planetario muchísimo más amplio.
El "nuevo" Sistema Solar.
New Horizons se convirtió en la primera sonda espacial que visitó un miembro de Kuiper (Plutón) y posteriormente se adentró en esta región inexplorada. En 2019 tiene una nueva cita con otro de ellos.
¿Qué nos ha enseñado el Cinturón de Kuiper sobre el Sistema Solar?
What Has the Kuiper Belt Taught Us About The Solar System?
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