OPPORTUNITY DE FRENTE AL INVIERNO MARCIANO
Opportunity afronta un nuevo invierno marciano especialmente exigente para su equipo en tierra.
El próximo erá 7º que afrontará desde su llegada al planeta rojo, una cifra que va mucho más allá de lo impresionante para un explorador cuya misión inicial era de 90 días y del cual se esperaba, con suerte, que aguantara hasta el primer invierno, quizás un poco más. Todos han sido siempre un reto, dado que hablamos un vehículo que depende de la luz solar para sobrevivir, pero este nuevo que se aproxima representará para su equipo en tierra un reto aún mayor, no tanto por las bajas temperatura o el polvo en suspensión, sino debido a que el rover es probable que continúe trabajando en el modo de memoria RAM en la mayor parte, si no todo, el tiempo que dure la estación.
Históricamente, Opportunity ha sido capaz de ahorrar energía durante los inviernos marcianos tomando largas "siestas" entre cada comunicación."No vamos a ser capaces de hacer que este invierno", explica Jennifer Herman, ingeniera del proyecto MER en el JPL."Ahora que estamos en modo RAM en lugar del modo de flash, tenemos más dificultades para recargar las baterías. Mantenerlo todo activo requiere más energía que si el rover pudiera dormir. Así que nuestras necesidades han aumentado de manera significativa". La ventaja de la memoria Flash es que los datos acumulados se mantenían incluso con el rover apagado, como que no ocurre con la RAM, que pierde toda la información cuando se desconecta. Por ello Opportunity debe permanecer despierto hasta poder enviar los datos científicos y técnicos a Mars Odyssey, para que esta los trasmita a la Tierra. Solo entonces puede descansar.
En general no existe una seria preocupación por la supervivencia del Opportunity, que ya a demostrado de sobras su capacidad de aguantarlos y ciertas condiciones, como que los paneles estén ahora más limpios que en inviernos anteriores, le favorecen. Sin embargo, a la hora de gestionar los recursos energéticos disponibles, los técnicas deben tener en cuenta muchos factores variables. Concentración de polvo en la atmósfera, la cantidad de polvo que se deposita sobre los paneles solares, el rango de temperaturas invernales, y el aumento de las necesidades de energía de los calentadores del rover entre otros. Y porque, al igual que la Tierra, los días son más cortos y las noches son más largas, la posición del vehículo en el suelo y su capacidad de adoptar una posición suficientemente inclinada para que sus paneles sean capacees de adquirir toda la iluminación posible, deben también deben tenerse en cuenta.
Otro factor que tiene una influencia importante, explica Herman, es la órbita de Marte. "Es más elíptica que la de la Tierra y da la casualidad de que el afelio (cuanto más lejos está un planeta desde el Sol durante su órbita) está muy cerca de nuestro invierno".
Opportunity debería tener la energía suficiente para desplazarse alrededor de las laderas orientadas al norte en el extremo sur de Marathon Valley incluso en pleno inverno. "Se realizarán operaciones cuidadosamente planificados, como solemos hacer. Sin embargo, esta vez necesitaremos nuevas soluciones y nuevos trucos", agregó. Entre ellos, por ejemplo, desplazar los periodos de envío de datos la Tierra y el de recepción de comandos, retrasando los primeros con la Marte Odyssey (la veterana sonda que utiliza de enlace desde el inicio de la misión) para un momento posterior, y añadiendo descargas de datos y comandos desde la MRO, porque son anteriores a los enlaces descendentes de Odyssey. Estos ajustes reducirán los requerimientos de energía y ambas soluciones se están ejecutando.
Mientras su equipo sigue diseñando las operaciones futuras, Opportunity entró en Marathon Valley el mes pasado, después de permanecer cierto tiempo a sus puertas examinando el cráter Sant Louis, y se encuentra ahora mismo en una "caminata" geológica para ver lo que hay y así planificar las actividades científicas."El objetivo es cubrir todo el territorio de forma bastante exhaustiva antes del invierno", explica Steve Squyres. Pero Marathon Valley es mucho más grande que Matijevic Hill, donde en 2013 se realizó una campaña parecida para verificar la presencia de los primeros minerales de arcilla encontrados por una misión de la superficie de Marte. "Así que llevará tiempo".
El objetivo científico primario en Marathon Valley es marcar y examinar la localización de los diversos tipos de minerales de arcilla de esmectita, detectadas por el espectrómetro CRISM de la Mars Reconnaissance Orbiter (MRO), en diversas ocasiones desde la órbita. Estas se encuentran en una clase de minerales conocidos como filosilicatos, que se forman en presencia de agua de pH o alcalina, siendo por tanto un signos seguro de la que fluyó un día por esta zona es igual a la que bebemos en la Tierra. Opportunity buscará examinarlas en su contexto natural, describiendo el entorno en el que se encuentran, tanto con respecto a otros minerales como con las diversas capas geológicas del valle.
Un trabajo de detectives, ya que los detectores de minerales de Opportunity (Mini-TESy el espectrógrafo Mössbauer) dejaron de funcionar hace tiempo, por lo que depende del apoyo de CRISM para saber donde dirigirse. Sus datos permiten levantar un mapa preciso de los lugares exactos, y por tanto diseñar una ruta para el rover. De momento, sin embargo, aunque aún se encuentra en una etapa preliminar, no se han encontrado las pequeñas esférulas o concreciones conocidos como newberries que se encontraron en Matijevic Hill ni identificar aún de forma definitivamente arcillas. Pero están definitivamente allí, de eso no existen dudas.
"No hay manera de cinco observaciones superpuestas que muestran la misma cosa en el mismo lugar se equivoquen", explica Ray Arvidson, científico del proyecto."La firma de las esmectitas se encuentra en todo el fondo del valle,y no se parece a nada que hayamos visto antes. Pero va a tomar un montón de trabajo de detective para poner todo esto en conjunto junto. Realmente no entendemos lo que estamos viendo en Marathon Valle, y eso es bastante normal", dijo Squyres. "Es como si te encuentran en una zona donde no has estado nunca antes, te rascas la cabeza, miras alrededor y te mueves lentamente para reconstruir una imagen global. En las imágenes estamos viendo patrones extraños de claro y oscuro, y diferentes colores en el suelo, y tenemos la sensación de que este es un lugar donde ha habido algunas alteraciones, fluidos en movimiento que cruzaron la zona y generaron cambios químicamente significativos. Pero es complicado".
Con las sombras de la noche cada vez más alargadas y las temperaturas en descenso, Opportunity afronta una última carrera contra el tiempo. Después, aunque se seguirá desplazando, estos serán mucho más restringidos, a la espera de que la luz gane de nuevo terreno.
Marathon Valley, de 250 metros de longitud y 100 de anchura, visto por la MRO mediante la cámara HiRISE, que atraviesa el borde del cráter Endeavour, lo que permite acceder a zonas de otra forma imposibles de acceder. A la izquierda de observa el cráter St. Louis, donde Opportunity permaneció varios meses antes de adentrarse en el valle.
Opportunity examinando el afloramiento rocoso conocido como Frazer. Se cree que son fragmentos de rocas más antiguas que se fundieron y agregaron durante el impacto que formó Endeavour, hace unos 3 o 4 mil millones de años, y que su composición química demostrará que fue alterado por una gran cantidad de agua, como las rocas investigadas en el cráter Spirit of St. Louis.
Los últimos desplazamientos, así como las futuras zonas que serán examinadas.
El polvoriento interior de Endeavour visto desde el interior de Marathon Valley.
Mars Exploration Rovers Update: Opportunity Digs Marathon Valley Walkabout
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