CONTINÚA EL MISTERIO  ..!!
Nuevos datos contradicen la idea dominante de los cometas como causante de sus variaciones de brillo, aumentado el misterio sobre ella.

Hay que reconocerlo. Es una estrella extraña, muy extraña, no por su naturaleza estelar en si misma, sino por el comportamiento de su luminosidad, cuyas oscilaciones, que la llevan a perder hasta un 22% de brillo en caídas abruptas que después se recuperan tan misteriosamente como empezaron, desafía toda explicación posible, que se ven una y otra vez superadas por algo que se nunca se había visto hasta ahora, y por tanto sin nada con lo cual comparar. Pasa algo con ella, y no sabemos que exactamente.

Como es compresible ante una situación sin explicación conocida (por el momento) surgieron teorías sobre un origen extraterrestre, sobre la existencia de grandes estructuras orbitales causantes de estas oscilaciones lumínicas. Algunos especularon con lo que se conoce como una esfera de Dyson, una hipotética estructura que una civilización super avanzada (o nosotros mismos dentro de millones de años si aún seguimos aquí) podría construir en torno a su Sol. que le permitiera extraer toda la energía que genera, alimentando así una necesidades energéticas de proporciones igualmente estelares. Dos estudios, de forma independiente, exploraron KIC 8462852 en busca de posibles indicios de actividad tecnológica, al menos tal y como nos la imaginamos ahora mismo, en forma de haces de láser y señales de radio, ambos con resultado negativo. Si hay alguien ahí, o se esconde muy bien o utiliza tecnología de una clase que no implica emisiones de ningún tipo.

La teoría alternativa a la alienígena, y también la que contaba con más visos de ser realidad, era la de una nube de cometas, o mejor dicho, una procesión de ellos, quizás fruto de un gran cometa que se fragmentó en su momento, y cuyos restos, siguiendo su órbita original, están ahora cruzando por delante de KIC 8462852 vistos desde la Tierra, generando por tanto las súbitas caídas de brillo, seguida por su recuperación y nuevas caídas. En todos los aspectos parece encajar a la perfección con lo visto hasta ahora y lo consideramos la respuesta correcta. O eso creíamos. Porque el extraño comportamiento de esta estrella parece extenderse mucho más allá en el tiempo, dejando en mal lugar de idea de un cruce puntual de una procesión cometaria.

Así lo denotan el estudio de fotografías estelares en un periodo de más de un siglo (las primeras se  remontan al s. XIX), donde Bradley Schaefer de la Universidad de Louisiana ha comprobado que en realidad el brillo de KIC 8462852 ha decaído en un 19% en todos estos años, un comportamiento "completamente sin precedentes para este tipo de estrellas". Eso es...extraño. Según todo lo que sabemos, es una estrella de tipo F: Un poco más caliente, un poco más masiva, y algo más grande que nuestro Sol. Son, básicamente, astros estables que solo cambian a escalas temporales de millones de años, no siglos. Otras clase F estudiadas en esta misma exploración de los archivos así lo demuestra.

¿Entonces, que está detrás del comportamiento de KIC 8462852? La conclusión es que la idea de la familia de cometas no explica todo el comportamiento observado. Podría explicar las caídas de corto plazo (al menos en parte), pero es muy poco probable que estén detrás de este desvanecimiento a largo plazo. Se necesitaría  un gran número de cometas, realmente enorme, mucho más allá de lo razonable. Y además interactuando de una forma muy concreta para generar dicho efecto. por tanto es sumamente improbable que sea esta la explicación. 

Por lo  tanto, ahora mismo, y con la teoría de los cometas tambaleándose, simplemente no sabemos la respuesta. Así de simple, así de directo. Estamos ante un escenario donde cualquier explicación, por loca que sea, tiene sus opciones. Todas con sus puntos a favor, pero también todas con puntos en contra. Al final solo sabemos que nos faltan datos para imaginar la respuesta definitiva. Hay que seguir buscando. Algo pasa en esa estrella. Un desafío en toda regla al que debemos hacer frente. Y estar preparados para cualquiera que sea la respuesta.

Los rombos azules son las mediciones realizadas de KIC 8462852 entre 1890 y 1989. Lentamente, a lo largo de un siglo, parece haber ido desvaneciéndose, apagándose. Lo que es imposible. Algo verdaderamente extraño está ocurriendo en este estrella.
KIC 8462852 es una estrella de clase F, algo mayor que el Sol, pero igual que él, un cuerpo estable mientras duren las reacciones de fusión de su núcleo. O al menos así debería ser. Algo, quizás parte de la propia estrella, quizás un elemento de momento  desconocido cruzando por delante de ella, hace que se esté desvaneciendo lentamente ante nuestros ojos.
I’m STILL Not Sayin’ Aliens. But This Star Is Really Weird.

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