Luces y sombras para la Agencia Espacial Europea ESA..!!
Marcar el rumbo la de Agencia Espacial Europea no es sencillo. A diferencia de China, la NASA o la JAXA, por poner unos ejemplos, que pertenecen a una nación en concreto, la ESA esta financiada por un conjunto de 22 países. Eso implica que establecer unos objetivos y mantenerlos no es sencillo, ya que básicamente se necesita que todos estos gobiernos se pongan de acuerdo y acepten financiar los diferentes proyectos. Y como es sencillo imaginar, es necesario hacer equilibrios entre los intereses de cada uno de ellos, que no siempre coinciden, por no decir que en ocasiones son completamente opuestos.
Recientemente tuvo lugar la cumbre ministerial de la ESA, donde los representantes de los 22 países se reúnen para decir que proyectos pasan adelante, cuales se quedan por el camino y, en definitiva, marcar un plan de de acción de cara al futuro. Tanto como sea posible teniendo en cuenta las circunstancias. Y de ella salieron buenas y malas noticias.
Comencemos por las malas: La cancelación de la misión AIM (Asteroid Impact Mission), un proyecto conjunto con la NASA que recibía en nombre de AIDA (Asteroid Impact and Deflection Assessment mission), y que como su nombre indica, tenía como meta, además de los objetivos científicos, comprobar nuestra capacidad de desviar un asteroide potencialmente peligroso, utilizando como campo de pruebas a Didymos, contra el cual se habría lanzado a la pequeña sonda DART (Double Asteroid Redirection Test), construida por la NASA. AIM debería haber monitoreado el impacto y sus consecuencias en la trayectoria de este cuerpo.
Teniendo en cuenta que era una misión de bajo costo, que contaba con un amplio apoyo entre la comunidad científica y de que ya se arrastraba una notable lista de proyectos cancelados en este ámbito, quizás podíamos ser un poco optimistas. Pero nunca tuvo un apoyo semejante en el seno de la ESA. El recuerdo de Cheliábinsk parece haberse olvidado rápidamente. Y aunque se asegura que no está del todo muerta, veremos si se reactiva la misión. nuevamente.
Y ahora las noticias buenas: La aprobación definitiva del rover ExoMars, y los costos, hacía necesaria una inyección extra de 440 millones de Euros para seguir adelante, sumado al fallido aterrizaje de Schiaparelli, que no dejaba de ser un ensayo técnico, había generado dudas. Sin embargo con la sonda ExoMars ya en órbita marciana de forma exitosa, siendo además un proyecto conjunto con Rusia y con tanto dinero ya invertido, hacia que una retirada a estas alturas fuera improbable. Como pasó con Curiosity, el proyecto ya estaba demasiado avanzado y había adquirido dimensiones demasiado grandes para poder permitirse una cancelación.
Sin embargo la generosidad de los países integrantes tienen un límite, y solo se aprobó un extra de 340 millones (que al mismo tiempo justificaron la cancelación de AIM). Lo que falta deberá salir de los propios presupuestos de la ESA, y eso podría significar el retraso, o quizás incluso la cancelación, de otros proyectos. Se promete que no será así, pero es cierto que el dinero no aparece por generación espontánea. Veremos lo que ocurre, pero al menos es una buena noticia que se hayan disipado las dudas sobre el rover ExoMars. Ahora solo falta se corrijan los problemas sucedidos con Schiaparelli para hacerlo aterrizar sin problemas en la superficie Marciana.
No son las únicas decisiones. Permanencia en la ISS hasta 2024, retraso del observatorio espacial de onda gravitatorias LISA a 2034, aprobación del discutible vehículo re-utilizable italiano Space Rider y luz verde al proyecto frances Prometheus, un motor de metano para competir con Space X son algunas de las otras decisiones tomadas, pero son las dos más importantes. Una de luz y otra de oscuridad. No se puede pedir mucho más, a una organización que refleja la propia división y luchas de intereses en la Unión Europea.
Fuente: Cumbre ministerial de la ESA 2016: Luz verde a ExoMars 2020.
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