Allí donde duermen los sueños
Mars Reconnaissance Orbiter se reencuentra con Opportunity.
El silencio sigue, el tiempo pasa y las esperanzas disminuyen. Aunque todos estamos deseando que de señales de vida, de escuchar su "voz", por tenue que esta sea, la realidad no tiene la obligación de ser amable con nosotros. Y esta dice que han pasado ya más de 100 días sin saber nada de él, que soportó una de las más intensas y letales tormentas vistas en el planeta rojo en años y que llevaba sobre sus espaldas el peso de 15 años aguantando el paso del tiempo y las condiciones extremas que le rodeaban. Una combinación letal.
Aún no es hora de dar por cerrada esta historia maravillosa, y la NASA sigue adelante con su campaña activa por intentar despertarlo, dentro de esos 45 días "de gracia" otorgados a este veterano explorador. Días que van cayendo uno a uno. Pero mientras estamos entrando en lo que podría ser el epílogo final para Opportunity, más allá del polvo y las tenues nubes marcianas, una vieja compañera no lo olvida.
El pasado 20 se Septiembre la Mars Reconnaissance Orbiter fotografió a Opportunity donde ahora descansa, dentro de Marathon Valley, el pequeño valle que se adentra en el cráter Endeavour y por el que estaba descendiendo cuando la tormenta se le hecho encima y lo sumió en una oscuridad jamás experimentada. No es la primera vez que esta sonda capta al rover en su viaje, pero si la primera vez desde que ocurrió ese evento climático, y aunque no se puede extraer demasiada información sobre su estado, nos permite definir dos puntos importantes: No está enterrado por el polvo y aún más importante, los cielos ya se han limpiado lo suficiente como para que la luz llegue casi sin limitaciones a la superficie, y por ello a los paneles solares.
Si aún late una chispa de vida en el corazón de Opportunity, actualmente debería estar recargándose y podría despertar en cualquier momento. Y si no es así, si su tiempo ya pasó, siempre nos quedará contemplarlo en su lugar de descanso eterno, como un pequeño, pero al mismo tiempo enorme, monumento a una de las aventuras más maravillosas jamás vividas.
Nunca te olvidaremos, pequeño amigo. Pase lo que pase.
Mars Reconnaissance Orbiter acompañó a Opportunity casi desde el inicio de su aventura. Y quizás lo habrá hecho hasta el mismísimo final.
El hibernado rover Opportunity, avistado desde la órbita de Marte
El silencio sigue, el tiempo pasa y las esperanzas disminuyen. Aunque todos estamos deseando que de señales de vida, de escuchar su "voz", por tenue que esta sea, la realidad no tiene la obligación de ser amable con nosotros. Y esta dice que han pasado ya más de 100 días sin saber nada de él, que soportó una de las más intensas y letales tormentas vistas en el planeta rojo en años y que llevaba sobre sus espaldas el peso de 15 años aguantando el paso del tiempo y las condiciones extremas que le rodeaban. Una combinación letal.
Aún no es hora de dar por cerrada esta historia maravillosa, y la NASA sigue adelante con su campaña activa por intentar despertarlo, dentro de esos 45 días "de gracia" otorgados a este veterano explorador. Días que van cayendo uno a uno. Pero mientras estamos entrando en lo que podría ser el epílogo final para Opportunity, más allá del polvo y las tenues nubes marcianas, una vieja compañera no lo olvida.
El pasado 20 se Septiembre la Mars Reconnaissance Orbiter fotografió a Opportunity donde ahora descansa, dentro de Marathon Valley, el pequeño valle que se adentra en el cráter Endeavour y por el que estaba descendiendo cuando la tormenta se le hecho encima y lo sumió en una oscuridad jamás experimentada. No es la primera vez que esta sonda capta al rover en su viaje, pero si la primera vez desde que ocurrió ese evento climático, y aunque no se puede extraer demasiada información sobre su estado, nos permite definir dos puntos importantes: No está enterrado por el polvo y aún más importante, los cielos ya se han limpiado lo suficiente como para que la luz llegue casi sin limitaciones a la superficie, y por ello a los paneles solares.
Si aún late una chispa de vida en el corazón de Opportunity, actualmente debería estar recargándose y podría despertar en cualquier momento. Y si no es así, si su tiempo ya pasó, siempre nos quedará contemplarlo en su lugar de descanso eterno, como un pequeño, pero al mismo tiempo enorme, monumento a una de las aventuras más maravillosas jamás vividas.
Nunca te olvidaremos, pequeño amigo. Pase lo que pase.
Mars Reconnaissance Orbiter acompañó a Opportunity casi desde el inicio de su aventura. Y quizás lo habrá hecho hasta el mismísimo final.
El hibernado rover Opportunity, avistado desde la órbita de Marte
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