Fobos La pequeña luna de los misterios..!!
El Hubble nos ofrece una curiosa visión de la pequeña Fobos.
Puede acumular ya casi 3 décadas de actividad, actualizado en diversas ocasiones por sucesivas misiones de reparación protagonizadas por los ya retirados transbordadores espaciales, y por delante aún le quedan unos cuantos más, menos al no contar ya con recibir visitas que lo pongan "en forma" y mejoren sus capacidades. En todo este tiempo se han lanzado muchos otros telescopios orbitales, y se han construido nuevos observatorios terrestres, pero pese a todo, venga quién venga, sigue siendo pieza central en la exploración del Universo. Y viendo como una y otra vez nos sorprende con sus imágenes.
Una de sus "joyas" nos lleva a Marte, al que el Hubble dedicó tiempo de observación durante su más reciente oposición, cuando el planeta rojo y La Tierra llegaron a su momento de máxima aproximación. En una de esas campañas se tomaron 13 fotografías (exposiciones más bien) a lo largo de 22 minutos, con el objetivo de captar cambios en el planeta, como aparición y movimientos de nubes, pero de forma inesperada un visitante hizo acto de presencia, tomando sin quererlo el protagonismo de la escena: La luna Fobos, la mayor y más cercana a Marte de las dos que lo acompañan, pero aún así diminuta, de apenas una veintena de kilómetros. Lo que hace aún más meritorio que la observara con tal claridad.
Evidentemente tenemos a nuestra disposición imágenes mucho mejores gracias a las sondas interplanetarias. Desde los tiempos de la Mariner 7 y la Viking 1, las primeras que observaron de cerca esta pequeña luna , hemos acumulado un notable archivo de ellas, desde la órbita y desde la misma superficie marciana, tanto por parte de Spirit, Opportunity y especialmente de Curiosity con superior sistema óptico, pero verlo desde La Tierra nos retrotrae a los tiempos de Asaph Hall, cuando desde el U.S. Naval Observatory la descubrió un 17 de Agosto de 1877. La buscaba de forma deliberada, creyendo en la teoría de que existía una correlación numérica en el número de satélites (Venus ninguna, nuestro mundo una, Marte dos, Júpiter cuatro, etc...) a lo largo del Sistema Solar, y aunque ahora sabemos que era errónea, la causalidad hizo que, seis días después, se cumpliera en el caso del planeta rojo con su hallazgo de Deimos.
Curiosamente, pese a todo lo que hemos avanzado, no estamos tan lejos de las brumas de misterio que rodeaban a Fobos desde aquel día de hace 200 años. Aún hoy no tenemos claro si son asteroides capturados, o se formaron junto con el propio Marte o está hecha, tanto ella como su aún más pequeña compañera Deimos, de material expulsado al espacio por un gran impacto en el planeta. Por todo ello se tiene tanto interés en lograr muestras de la superficie, algo que Japón intentará en 2020 con su sonda MMX (Martian Moons Exploration). Lo que si sabemos es que su tiempo se está agotando, arrastrada hacia abajo por la fricción atmosférica, y que está a un paso de la aniquilación. En unas decenas de millones de años se precipitará contra Marte, o quizás antes se desintegra y formará un anillo. Como su origen, tampoco su fin está claro.
Tiempo habrá de conocerla mejor. Lo veremos de cerca, misiones como MMX se posarán en el y puede que incluso un día el ser humano ponga su pié sobre su oscura superficie, estudiando su naturaleza bajo un Marte que ocupe la mitad del firmamento, recordando que su futuro se está agotando, pero que también podría ser un punto de paso perfecto en nuestro camino hacia el planeta rojo. Cuando todo esto ocurra, especialmente lo último, el Hubble ya no estará con nosotros, ya que como lo ocurre a este lunita condenada, también se aproxima lentamente a su inevitable final. Cuando eso ocurra solo quedarán imágenes como esta, que para siempre recordarán lo maravilloso que fue.
Marte y Fobos, que se desplaza rápidamente a lo largo de la serie de fotografías. Se mueve muy cerca del planeta, apenas 6000 Kilómetros por encima de la superficie, y tarda menos de 8 horas terrestres en completar una órbita, por lo que literalmente un observador en Marte lo vería aparecer en el Oeste, cruzar el firmamento y esconderse detrás del horizonte del Este hasta 3 veces al día.
La sonda MMX (Martian Moons Exploration) de la JAXA promete lograr lo que la fallido Phobos-Grund no pudo hacer, traer muestra de Fobos.
Quizás un día pongamos nuestro pie en Fobos, que por su extrema proximidad a Marte y su bajísima gravedad sería una base de paso perfecta para las expediciones humanas al planeta.
El Hubble, símbolo de una época
NASA's Hubble Sees Martian Moon Orbiting the Red Planet
Puede acumular ya casi 3 décadas de actividad, actualizado en diversas ocasiones por sucesivas misiones de reparación protagonizadas por los ya retirados transbordadores espaciales, y por delante aún le quedan unos cuantos más, menos al no contar ya con recibir visitas que lo pongan "en forma" y mejoren sus capacidades. En todo este tiempo se han lanzado muchos otros telescopios orbitales, y se han construido nuevos observatorios terrestres, pero pese a todo, venga quién venga, sigue siendo pieza central en la exploración del Universo. Y viendo como una y otra vez nos sorprende con sus imágenes.
Una de sus "joyas" nos lleva a Marte, al que el Hubble dedicó tiempo de observación durante su más reciente oposición, cuando el planeta rojo y La Tierra llegaron a su momento de máxima aproximación. En una de esas campañas se tomaron 13 fotografías (exposiciones más bien) a lo largo de 22 minutos, con el objetivo de captar cambios en el planeta, como aparición y movimientos de nubes, pero de forma inesperada un visitante hizo acto de presencia, tomando sin quererlo el protagonismo de la escena: La luna Fobos, la mayor y más cercana a Marte de las dos que lo acompañan, pero aún así diminuta, de apenas una veintena de kilómetros. Lo que hace aún más meritorio que la observara con tal claridad.
Evidentemente tenemos a nuestra disposición imágenes mucho mejores gracias a las sondas interplanetarias. Desde los tiempos de la Mariner 7 y la Viking 1, las primeras que observaron de cerca esta pequeña luna , hemos acumulado un notable archivo de ellas, desde la órbita y desde la misma superficie marciana, tanto por parte de Spirit, Opportunity y especialmente de Curiosity con superior sistema óptico, pero verlo desde La Tierra nos retrotrae a los tiempos de Asaph Hall, cuando desde el U.S. Naval Observatory la descubrió un 17 de Agosto de 1877. La buscaba de forma deliberada, creyendo en la teoría de que existía una correlación numérica en el número de satélites (Venus ninguna, nuestro mundo una, Marte dos, Júpiter cuatro, etc...) a lo largo del Sistema Solar, y aunque ahora sabemos que era errónea, la causalidad hizo que, seis días después, se cumpliera en el caso del planeta rojo con su hallazgo de Deimos.
Curiosamente, pese a todo lo que hemos avanzado, no estamos tan lejos de las brumas de misterio que rodeaban a Fobos desde aquel día de hace 200 años. Aún hoy no tenemos claro si son asteroides capturados, o se formaron junto con el propio Marte o está hecha, tanto ella como su aún más pequeña compañera Deimos, de material expulsado al espacio por un gran impacto en el planeta. Por todo ello se tiene tanto interés en lograr muestras de la superficie, algo que Japón intentará en 2020 con su sonda MMX (Martian Moons Exploration). Lo que si sabemos es que su tiempo se está agotando, arrastrada hacia abajo por la fricción atmosférica, y que está a un paso de la aniquilación. En unas decenas de millones de años se precipitará contra Marte, o quizás antes se desintegra y formará un anillo. Como su origen, tampoco su fin está claro.
Tiempo habrá de conocerla mejor. Lo veremos de cerca, misiones como MMX se posarán en el y puede que incluso un día el ser humano ponga su pié sobre su oscura superficie, estudiando su naturaleza bajo un Marte que ocupe la mitad del firmamento, recordando que su futuro se está agotando, pero que también podría ser un punto de paso perfecto en nuestro camino hacia el planeta rojo. Cuando todo esto ocurra, especialmente lo último, el Hubble ya no estará con nosotros, ya que como lo ocurre a este lunita condenada, también se aproxima lentamente a su inevitable final. Cuando eso ocurra solo quedarán imágenes como esta, que para siempre recordarán lo maravilloso que fue.
Marte y Fobos, que se desplaza rápidamente a lo largo de la serie de fotografías. Se mueve muy cerca del planeta, apenas 6000 Kilómetros por encima de la superficie, y tarda menos de 8 horas terrestres en completar una órbita, por lo que literalmente un observador en Marte lo vería aparecer en el Oeste, cruzar el firmamento y esconderse detrás del horizonte del Este hasta 3 veces al día.
La sonda MMX (Martian Moons Exploration) de la JAXA promete lograr lo que la fallido Phobos-Grund no pudo hacer, traer muestra de Fobos.
Quizás un día pongamos nuestro pie en Fobos, que por su extrema proximidad a Marte y su bajísima gravedad sería una base de paso perfecta para las expediciones humanas al planeta.
NASA's Hubble Sees Martian Moon Orbiting the Red Planet
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