La última batalla por la Luna..!!
Mientras Neil Amstrong y Edwin Aldrin, tras su histórica misión, se preparaban para despegar desde el Mar de la Tranquilidad, la última esperanza del programa lunar soviético se estrellaba en el Mare Crisium.
Fue el final trágico de una ambiciosa misión, que pretendía alunizar, recoger muestras del terreno y llevarlas a la Tierra, y también el final de las esperanzas soviéticas de vencer a los EEUU en la carrera lunar. Visto en perspectiva, fue el momento en que la URSS perdió definitivamente la carrera espacial frente a la potencia norteamericana. Esta es la historia de la sonda Luna 15.
Su odisea, como todo lo que rodeaba la carrera espacial en los años 60, estuvo marcada por el enfrentamiento político entre las dos superpotencias, que convertían los logros espaciales en una forma de enfrentamiento cruento, donde cada una buscaba superar a la otra por motivos de prestigio. Una lucha que a partir de la segunda mitad de la década, y con los ojos puestos en la Luna, estaba empezando a decantarse hacia el lado estadounidense, algo que sabían los dirigentes soviéticos: Los EEUU se habían avanzado al lograr que un vehículo tripulado orbitara nuestro satélite (Apolo 8), derrotando el proyecto Zond L1,que buscaba hacer lo mismo con una Soyuz modificada, y ahora se dirigían hacia una victoria absoluta con el Apolo 11, que pondría al hombre en la Luna antes que el programa N1-L3 lograra algún progreso.
Ante estas perspectivas la URSS decidió apostarlo todo por las sondas automáticas, que ya le habían reportado considerables éxitos durante buena parte de su lucha con los Norteamericanos. Con ellas había conseguido ser la primera en alcanzar otro mundo (Luna 2), en conseguir un alunizaje suave (Luna 9) y en poner en órbita lunar el primer satélite artificial (Luna 10), y con ellas esperaban como mínimo mitigar el éxito propagandístico ya inevitable de la NASA y los Apolo.
Ese debía ser el objetivo de las llamadas genéricamente Ye-8-5, adelantarse al Apolo 11 y traer muestras de roca lunar antes que ellos. No sería lo mismo que conseguir un aterrizaje tripulado ni impediría la sensación de victoria por la parte estadounidense, pero al menos permitiría a la URSS ser la primera en traer material de otro mundo, con el cual esperaban, incluso, hacer un desfile en Moscú y maquillar así lo que no dejaba de ser una derrota evidente.
Tras varios intentos fallidos, finalmente una de ellas, denominada Luna 15, despegó hacia nuestro satélite el 13 de Julio de 1969, solo tres días antes de que lo hiciera el Apolo 11. Se iniciaba así una carrera entre ambos ingenios, el punto culminante en este enfrentamiento espacial, aunque la luminosidad mediática del segundo, y su triunfo final, eclipsaba al último y desesperado esfuerzo soviético por ganar la Luna. Pero no pasaría por alto para las autoridades occidentales, que solo pudieron hacer suposiciones sobre su objetivo. ¿Quizás entrar en órbita lunar? Aterrizar en ella y traer muestras (que era la respuesta correcta)? Tal vez pretendía espiar al Apolo 11? O incluso intentar interferir en sus comunicaciones? La falta de información dejó campo libre a la imaginación.
Luna 15 tardó cuatro días en alcanzarla, más tiempo de lo habitual debido a que su gran masa hizo que a duras penas el cohete lanzador pudiera darle el impulso necesario. Esto ocurrió el 17 de Julio, cuando el Apolo 11 ya hacia un día que había despegado de la Tierra. Sin embargo, debido a problemas en las operaciones de frenado no sería hasta el 20 cuando la sonda se situaba en la órbita correcta para intentar el alunizaje, es decir, en el mismo momento que Amstrong y Aldrin se preparaban para descender hacia la superficie.
Discrepancias entre los datos previstos y las distancias reales dieron lugar a un fatídico error de cálculo de unos 3 Kilómetros, que significó el final de Luna 15.
El programa de exploración lunar soviético siguió durante algún tiempo más, al mismo tiempo que se negaba que hubiera había nunca la intención de enviar un vuelo tripulado (cosa que ahora sabemos que no es cierta), y los sucesores de esta desdichada sonda lograrían, finalmente, traer muestras de material de nuestro satélite...serían éxitos tardíos, que llegaron cuando la Luna ya había empezado a caer en el olvido y que ya no pudieron cambiar el signo de los tiempos. La URSS había perdido la carrera espacial y los EEUU tomaban definitivamente la delantera, a pesar de los éxitos conseguidos en Venus con las sondas Venera durante la década de los 70, y que en parte, sirvieron para compensar tanto los éxitos estadounidenses en Marte como sus propios fracasos en la exploración del planeta rojo.
El 21 de Julio de 1969 marcó el punto final de una era. Mientras el módulo Eagle, con Amstrong y Aldrin, despegaba rumbo a la inmortalidad, en un punto no muy lejano, en una llanura cercana llamada Mare Crisium, los sueños soviéticos llegaban a su final. Los restos de la que fue la inesperada compañera de vuelo del Apolo 11 descansan aun allí, como un recordatorio de la lucha entre dos titanes, que llevaron a la Humanidad a la Luna posiblemente antes de tiempo. El propio olvido en que cayo nuestro satélite tras ello y la singularidad de los vuelos de los Apolo, que marcaron el principio y el final de la presencia humana sin que nadie llegara tras ellos, son el más claro ejemplo de ello.
El lanzamiento del Luna 15 al mismo tiempo que el Apolo 11 generó innumerables especulaciones en Occidente, favorecida por la falta de información soviética.
Recordando al Luna 15
Luna 15 - Welcome to the NSSDC
Fue el final trágico de una ambiciosa misión, que pretendía alunizar, recoger muestras del terreno y llevarlas a la Tierra, y también el final de las esperanzas soviéticas de vencer a los EEUU en la carrera lunar. Visto en perspectiva, fue el momento en que la URSS perdió definitivamente la carrera espacial frente a la potencia norteamericana. Esta es la historia de la sonda Luna 15.
Su odisea, como todo lo que rodeaba la carrera espacial en los años 60, estuvo marcada por el enfrentamiento político entre las dos superpotencias, que convertían los logros espaciales en una forma de enfrentamiento cruento, donde cada una buscaba superar a la otra por motivos de prestigio. Una lucha que a partir de la segunda mitad de la década, y con los ojos puestos en la Luna, estaba empezando a decantarse hacia el lado estadounidense, algo que sabían los dirigentes soviéticos: Los EEUU se habían avanzado al lograr que un vehículo tripulado orbitara nuestro satélite (Apolo 8), derrotando el proyecto Zond L1,que buscaba hacer lo mismo con una Soyuz modificada, y ahora se dirigían hacia una victoria absoluta con el Apolo 11, que pondría al hombre en la Luna antes que el programa N1-L3 lograra algún progreso.
Ante estas perspectivas la URSS decidió apostarlo todo por las sondas automáticas, que ya le habían reportado considerables éxitos durante buena parte de su lucha con los Norteamericanos. Con ellas había conseguido ser la primera en alcanzar otro mundo (Luna 2), en conseguir un alunizaje suave (Luna 9) y en poner en órbita lunar el primer satélite artificial (Luna 10), y con ellas esperaban como mínimo mitigar el éxito propagandístico ya inevitable de la NASA y los Apolo.
Ese debía ser el objetivo de las llamadas genéricamente Ye-8-5, adelantarse al Apolo 11 y traer muestras de roca lunar antes que ellos. No sería lo mismo que conseguir un aterrizaje tripulado ni impediría la sensación de victoria por la parte estadounidense, pero al menos permitiría a la URSS ser la primera en traer material de otro mundo, con el cual esperaban, incluso, hacer un desfile en Moscú y maquillar así lo que no dejaba de ser una derrota evidente.
Tras varios intentos fallidos, finalmente una de ellas, denominada Luna 15, despegó hacia nuestro satélite el 13 de Julio de 1969, solo tres días antes de que lo hiciera el Apolo 11. Se iniciaba así una carrera entre ambos ingenios, el punto culminante en este enfrentamiento espacial, aunque la luminosidad mediática del segundo, y su triunfo final, eclipsaba al último y desesperado esfuerzo soviético por ganar la Luna. Pero no pasaría por alto para las autoridades occidentales, que solo pudieron hacer suposiciones sobre su objetivo. ¿Quizás entrar en órbita lunar? Aterrizar en ella y traer muestras (que era la respuesta correcta)? Tal vez pretendía espiar al Apolo 11? O incluso intentar interferir en sus comunicaciones? La falta de información dejó campo libre a la imaginación.
Luna 15 tardó cuatro días en alcanzarla, más tiempo de lo habitual debido a que su gran masa hizo que a duras penas el cohete lanzador pudiera darle el impulso necesario. Esto ocurrió el 17 de Julio, cuando el Apolo 11 ya hacia un día que había despegado de la Tierra. Sin embargo, debido a problemas en las operaciones de frenado no sería hasta el 20 cuando la sonda se situaba en la órbita correcta para intentar el alunizaje, es decir, en el mismo momento que Amstrong y Aldrin se preparaban para descender hacia la superficie.
Nuevos problemas, esta vez con los datos del radar, obligaron a retrasar 18 horas el intento de alunizaje, a pesar de que ello significara que el Apolo 11, ahora ya en la superficie, lograría una amplia ventaja y volvería a casa mucho antes. Inicialmente ya se esperaba que lo hiciera dos horas después, pero ahora el retraso sería mucho mayor. Así y todo, el 21 de Julio, se dio la orden al vehículo de iniciar el descenso. Y pocos minutos después se estrellaba fatalmente en el Mare Crisium, cerca del Mare Tranquillitatis y del Apolo 11, cuyos sismógrafos detectaron el impacto, para sorpresa de Armstrong y Aldrin, que en ese momento se encontraban en su interior en un merecido descanso.Evidentemente estaban al corriente de la presencia de Luna 15, pero su colisión contra la superficie lunar, y tan cerca de ellos, les pilló por sorpresa.
Discrepancias entre los datos previstos y las distancias reales dieron lugar a un fatídico error de cálculo de unos 3 Kilómetros, que significó el final de Luna 15.
El programa de exploración lunar soviético siguió durante algún tiempo más, al mismo tiempo que se negaba que hubiera había nunca la intención de enviar un vuelo tripulado (cosa que ahora sabemos que no es cierta), y los sucesores de esta desdichada sonda lograrían, finalmente, traer muestras de material de nuestro satélite...serían éxitos tardíos, que llegaron cuando la Luna ya había empezado a caer en el olvido y que ya no pudieron cambiar el signo de los tiempos. La URSS había perdido la carrera espacial y los EEUU tomaban definitivamente la delantera, a pesar de los éxitos conseguidos en Venus con las sondas Venera durante la década de los 70, y que en parte, sirvieron para compensar tanto los éxitos estadounidenses en Marte como sus propios fracasos en la exploración del planeta rojo.
El 21 de Julio de 1969 marcó el punto final de una era. Mientras el módulo Eagle, con Amstrong y Aldrin, despegaba rumbo a la inmortalidad, en un punto no muy lejano, en una llanura cercana llamada Mare Crisium, los sueños soviéticos llegaban a su final. Los restos de la que fue la inesperada compañera de vuelo del Apolo 11 descansan aun allí, como un recordatorio de la lucha entre dos titanes, que llevaron a la Humanidad a la Luna posiblemente antes de tiempo. El propio olvido en que cayo nuestro satélite tras ello y la singularidad de los vuelos de los Apolo, que marcaron el principio y el final de la presencia humana sin que nadie llegara tras ellos, son el más claro ejemplo de ello.
El lanzamiento del Luna 15 al mismo tiempo que el Apolo 11 generó innumerables especulaciones en Occidente, favorecida por la falta de información soviética.
Mare Crisium y Mare Tranquillitatis se encuentran muy cerca uno de otro, y ambos fueron testigos del punto culminante de la carrera espacial, con dos vehículos de las dos superpotencias llegando al mismo tiempo en una carrera contra el tiempo.
Recordando al Luna 15
Luna 15 - Welcome to the NSSDC
Comentarios
Publicar un comentario