El segundo viajero saliendo de los dominios del Sol..!!
La Voyager 2 entra en el espacio interestelar.
Era un acontecimiento anunciado. Los datos llegados de su detector de plasma (PLS) y otros instrumentos habían dando indicios de que la frontera estaba próxima y el paso al otro lado era inminente, quizás de meses, motivo por el cual se estaba siguiendo con expectación sus últimos momentos en el Sistema Solar. Y ahora, finalmente, tenemos la confirmación de que el cruce ya se ha producido, y que la Voyager 1 ya no está sola en su viaje a la eternidad. Su hermana acaba de iniciar su propia aventura sin retorno hacia la estrellas.
Hasta hace poco, el espacio que rodeaba a la Voyager 2 estaba lleno predominantemente de plasma que procedía del Sol. Era lo que llamamos viento solar, que crea una burbuja, la heliosfera, que envuelve a los planetas. Sin embargo el 5 de Noviembre el PLS (que dejó de funcionar en la Voyager 1) observó un fuerte descenso en la velocidad de las partículas solares, y desde ese día dejó de detectarlo, lo que indicó los científicos, con cierto grado de seguridad, de que la sonda, después de 41 años de viaje, había alcanzado la frontera, el lugar donde termina la influencia directa del Sol, y se había adentrado en el espacio interestelar. Por segunda vez la Humanidad pisaba el Universo que se extiende más allá.
"Trabajar en las Voyager me hace sentir como un explorador, porque todo lo que vemos es nuevo", explica John Richardson, investigador principal del PLS. "Aunque la Voyager 1 cruzó la heliopausa en 2012, lo hizo en un lugar diferente y en un momento diferente, y sin los datos de PLS. Así que seguimos viendo cosas que nadie ha visto antes".
Cabe señalar que si bien ambas sondas han entrado en espacio interestelar, eso no significa que hayan abandonado el Sistema Solar propiamente dicho, algo que podría tardar miles de años en ocurrir, cuando deje atrás la Nube de Oort. "Simplemente" han abandonado la región que abarca la heliosfera, donde alcanza el viento solar antes de detenerse, pero eso implica que ahora pueden tomar datos del ambiente que existe entre las estrellas, fuera de la interferencia solar. Y eso tiene un valor infinito para los astro-físicos. "Creo que todos estamos contentos y aliviados de que las sondas Voyager hayan operado el tiempo suficiente para superar este hito", dijo Suzanne Dodd, gerente del proyecto en el Jet Propulsion Laboratory (JPL)."Esto es lo que todos hemos estado esperando. Ahora esperamos con ansias lo que podamos aprender al tener ambas sondas fuera de la heliopausa".
En 1977 dos sondas salieron de La Tierra con una misión limitada, la exploración de Júpiter y Saturno, mundos casi desconocidos en ese momento. Lograrlo ya fue algo extraordinario, y nadie esperaba que eso solo fuera el principio. Cuatro décadas después han llegado donde nadie había llegado antes, convirtiéndose en las primeras naves humanas en alcanzar el océano estelar. Son ya una leyenda que vivirá en nuestro recuerdo, incluso cuando el silencio haya caído sobre ellos, algo que ocurrirá en algún momento a mediados de la próxima década. Para los que un día soñamos con alcanzar las estrellas, ellas son y serán para siempre la personificación de ese sueño.
Los datos de PLS, el detector de plasma, donde se aprecia el momento donde la Voyager 2 saltó al otro lado de la heliosfera.
La Voyager 2 en números.
Los 5 instrumentos que siguen operando actualmente. El resto fueron desconectados en años pasados para ahorrar la decreciente energía disponible.
La posición actual de la Voyager 2, fuera de la Helisofera, en pleno espacio interestelar, aunque no fuera del Sistema Solar propiamente dicho.
Comparando los datos de los medidores de rayos cósmicos de ambas Voyager. Las semejanzas delatan claramente que la Voyager 2 está siguiendo el camino de su hermana, aunque las diferencias revelan que las condiciones de su región de salida no son idénticas, lo que ya de por sí ya revela valiosa información sobre la frontera solar.
NASA's Voyager 2 Probe Enters Interstellar Space
Era un acontecimiento anunciado. Los datos llegados de su detector de plasma (PLS) y otros instrumentos habían dando indicios de que la frontera estaba próxima y el paso al otro lado era inminente, quizás de meses, motivo por el cual se estaba siguiendo con expectación sus últimos momentos en el Sistema Solar. Y ahora, finalmente, tenemos la confirmación de que el cruce ya se ha producido, y que la Voyager 1 ya no está sola en su viaje a la eternidad. Su hermana acaba de iniciar su propia aventura sin retorno hacia la estrellas.
Hasta hace poco, el espacio que rodeaba a la Voyager 2 estaba lleno predominantemente de plasma que procedía del Sol. Era lo que llamamos viento solar, que crea una burbuja, la heliosfera, que envuelve a los planetas. Sin embargo el 5 de Noviembre el PLS (que dejó de funcionar en la Voyager 1) observó un fuerte descenso en la velocidad de las partículas solares, y desde ese día dejó de detectarlo, lo que indicó los científicos, con cierto grado de seguridad, de que la sonda, después de 41 años de viaje, había alcanzado la frontera, el lugar donde termina la influencia directa del Sol, y se había adentrado en el espacio interestelar. Por segunda vez la Humanidad pisaba el Universo que se extiende más allá.
"Trabajar en las Voyager me hace sentir como un explorador, porque todo lo que vemos es nuevo", explica John Richardson, investigador principal del PLS. "Aunque la Voyager 1 cruzó la heliopausa en 2012, lo hizo en un lugar diferente y en un momento diferente, y sin los datos de PLS. Así que seguimos viendo cosas que nadie ha visto antes".
Cabe señalar que si bien ambas sondas han entrado en espacio interestelar, eso no significa que hayan abandonado el Sistema Solar propiamente dicho, algo que podría tardar miles de años en ocurrir, cuando deje atrás la Nube de Oort. "Simplemente" han abandonado la región que abarca la heliosfera, donde alcanza el viento solar antes de detenerse, pero eso implica que ahora pueden tomar datos del ambiente que existe entre las estrellas, fuera de la interferencia solar. Y eso tiene un valor infinito para los astro-físicos. "Creo que todos estamos contentos y aliviados de que las sondas Voyager hayan operado el tiempo suficiente para superar este hito", dijo Suzanne Dodd, gerente del proyecto en el Jet Propulsion Laboratory (JPL)."Esto es lo que todos hemos estado esperando. Ahora esperamos con ansias lo que podamos aprender al tener ambas sondas fuera de la heliopausa".
En 1977 dos sondas salieron de La Tierra con una misión limitada, la exploración de Júpiter y Saturno, mundos casi desconocidos en ese momento. Lograrlo ya fue algo extraordinario, y nadie esperaba que eso solo fuera el principio. Cuatro décadas después han llegado donde nadie había llegado antes, convirtiéndose en las primeras naves humanas en alcanzar el océano estelar. Son ya una leyenda que vivirá en nuestro recuerdo, incluso cuando el silencio haya caído sobre ellos, algo que ocurrirá en algún momento a mediados de la próxima década. Para los que un día soñamos con alcanzar las estrellas, ellas son y serán para siempre la personificación de ese sueño.
Los datos de PLS, el detector de plasma, donde se aprecia el momento donde la Voyager 2 saltó al otro lado de la heliosfera.
La Voyager 2 en números.
Los 5 instrumentos que siguen operando actualmente. El resto fueron desconectados en años pasados para ahorrar la decreciente energía disponible.
La posición actual de la Voyager 2, fuera de la Helisofera, en pleno espacio interestelar, aunque no fuera del Sistema Solar propiamente dicho.
Comparando los datos de los medidores de rayos cósmicos de ambas Voyager. Las semejanzas delatan claramente que la Voyager 2 está siguiendo el camino de su hermana, aunque las diferencias revelan que las condiciones de su región de salida no son idénticas, lo que ya de por sí ya revela valiosa información sobre la frontera solar.
NASA's Voyager 2 Probe Enters Interstellar Space
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